YO FUI EL CAZADOR OCULTO

Recién terminé de releer "El cazador oculto", después de ¿15, 20 años?
Que loco, en realidad: "El guardián en el centeno", porque todas las veces que lo leí me tuve que fumar la versión gallega. Lo que jamás pudo evitar que el libro me fascinara, me absorbiera como pocos.
De hecho, pensaba dormir, pero acá estoy, escribiendo sobre un libro que me cambió la cabeza para siempre.
Me acuerdo que la primera vez que leí algo de este libro era, justamente, en la columna "El cazador oculto" que tenía Rodrigo Fresán en la Revista Pelo hace...30 años?
Uff...
Al último programa de radio que tuve también lo llamé así...les dice algo esto?
Cuando era pendejo creía que solo valía escribir como Borges, con su estilo y temas, que aparezca un libro como el de Salinger, en 1951, con esa voz adolescente inolvidable, hizo que sintiera que la literatura era lo mio.
Ahora que me lo leí de un tirón, en un par de días y lo tengo bien presente, sigue siendo una obra maestra, un antes y un después en la literatura universal.
Pero también pienso en lo loco que está Holden Caufield y en lo loco que estaría J.D. Salinger para escribir algo así.
Fue el precursor de todo, un adelantado con ese pendejo salvaje de 16 años que vive en un par de días lo que yo viví a los veintipico.
También fue Salinger uno de los primeros en la búsqueda de las verdades de Oriente y en su aislamiento mítico y final.
Escribió un par de libros geniales y luego el silencio.
Ahora dicen que dejó varios libros escritos al morir. No se si me gustaría leerlos.
Salinger fue el adolescente prematuro y genial que logró en el libro contar una aventura sin par.
Yo fui el adolescente tardío.Yo también fui el cazador oculto.
Todos los que tenemos alguna inquietud espiritual en la vida fuimos el cazador oculto.

EL GENIO EN LAS SOMBRAS

Más allá de que soy fan de Rudie Martinez desde los noventa, nuestro encuentro providencial fue hace no tanto. La responsable del comienzo de esta hermosa amistad fue Cecilia Amenabar, que, víctima de mi stalkeo, tuvo la genial idea de presentarme a Rudie y correrme elegantemente de atrás suyo por un rato. Llevaba en mis manos en ese preciso momento, un ejemplar de "El corazón de las tinieblas", del cual no me desprendía ni para dormir.Cuando Rudie lo vió simplemente me dijo: es mi libro favorito de todos los tiempos.

Epa! 

Un emblema de la música electrónica, el pop y el rock, que ama la obra maestra de Conrad. Y no terminan ahí las sorpresas literarias: cuando le comenté mi admiración por las letras de Maldonado, en su hermoso disco "El arte de esquivar puñales", Rudie me dijo que se sentía influenciado por los poetas decadentistas.

Un genio de la música elegante y melancólica con refinados y nocturnos referentes literarios.

Unico.

Y claro, la carrera musical de Rudie, que lo consagra como un músico de culto: Victimas del Baile, Audioperu, San Martin Vampires, Adicta, Maldonado y su presente al frente de su nuevo proyecto tecno, RR Orquesta, además de su colaboración como tecladista de sus amigos, Los Brujos.

Con lo que lleva hecho, alcanza y sobra para la gloria, pero a veces da bronca que no llegue el reconocimiento masivo.

Las sensaciones son ambiguas: por un lado uno le desea lo mejor, que facture y se vuelva millonario y por otro lado quisiera que fuera siempre patrimonio de la minoría snob, de los que nos sentimos iluminados por su arte.

PD: El amigo Rudie es humano y no vive del aire: busca trabajo como Chef (tiene título oficial), DJ o lo que fuera.Gracias!

AMIGO MELANCOLIA

A veces, muy pocas veces, leer es una experiencia extrema. En todos los sentidos.
Me pasa siempre que leo a Antonio di Benedetto. Ahora que leo "Absurdos", sus mejores cuentos. Cuando leí "Zama" su mejor novela.
Toca una fibra íntima mía como nadie. Golpea con un golpe seco mi talón de Aquiles.
Porque detrás de ese payaso loco que suelo interpretar, siempre hay un hombre triste, ganado por la melancolía, por el absurdo, el sinsentido de la existencia, que cala mucho más hondo acá en el pueblo.
Cuando se acaba la fiesta y llega el silencio, el hastío.
Hay como un aire enrarecido, es como vivir en una ciénaga que poco a poco, te va tragando.
Tal vez por eso lo leo muy de vez en cuando, para que no me haga tanto daño.
Ese funcionario venido a menos que se va quedando sin dinero ni esperanza en "Zama", la naturaleza salvaje y terrible de "Caballo en el salitral", los equívocos graciosos y oscuros de "El juicio de Dios", el gaucho loco de "Aballay".
Hay una tersura implacable en la escritura de di Benedetto, un tonito simplón pero poético que parece pavo pero poco a poco te va ganando y estrujando el corazón.
Es como quedarse sin aire en medio de una carrera.
Intuyo que todo habla bastante de su vida y por supuesto también de la mía.
Y es como una especie de secreto su obra, que vale mucho más que la de tanto famoso estúpido.
Pero claro, no es una experiencia fácil leerlo.
Nadie sale igual después de hacerlo.

AHORA ES MEJOR

Hermosa tarde primaveral, salgo a caminar por Entre Rios/Callao bajo el sol. Dulce resaca de anoche me acompaña en los pensamientos brillantes y húmedos. Voy hasta el Gaumont, están dando "La Mary" por el irrisorio costo de 8 pesos. Igual paso de largo, me da paja.
Recuerdo a fines de los ochenta cuando era un estudiante secundario y de golpe y porrazo me convertí en el critico cinematográfico de la radio. No me olvido más que hablé pestes de "La Mary" sin haberla visto. En ese entonces Tinayre, Susana Giménez y Monzón eran el diablo para mi. Lo antiguo que había que combatir.
Hoy está todo mucho más claro: dicen los que saben que Tinayre era un director interesante, Susana Giménez era flaca y estaba re buena y Monzón era ese gran actor que se lució en la entrañable "Soñar, soñar" de Leonardo Favio.
Cuando se me pase el placer de divagar bajo el sol, de flanear, iré a verla seguramente.
Hoy es tan intenso el placer de vivir para mi, que ni siquiera el arte me parece tan importante. Podría pasarme toda la vida sin moverme de un rincón y sería inmensamente feliz.
Pero igual en cualquier momento salgo disparado al infinito y más allá.
Porque soy así de oscilante: angel y demonio.
¿Me contradigo?
Claro, contengo multitudes.

FREAKS

Juego al ajedrez desde chico.
Supe ser una especie de niño prodigio, al menos en Suárez. Gané el Torneo de Primera Categoría local a los 13 años. Ya en Buenos Aires, en algún momento supe entreverarme con los mejores.
Y hasta ahí llegó mi amor.
Llegó una edad en que sentí que me estaba volviendo loco. Y efectivamente, estaba cayendo en esa típica locura ajedrecística, que es un lugar común, que como todos los lugares comunes, tiene gran parte de verdad.
Como esa frase que dice: el ajedrez te hace más inteligente...para jugar al ajedrez...
El tema con el juego ciencia es que desarrolla la parte racional, del cálculo.
Y punto.
Hoy mi búsqueda va por desarrollar el otro lado: el espiritual, el intuitivo.
Igual no le echo la culpa de nada, me hago cargo de mi locura y mis errores, pero ya no me llama perderme un fin de semana para jugar un torneo y menos que menos, invertir horas de mi vida estudiando teoría.
Es como una especie de vicio el calcular, un entrenamiento paranoico, ahora me veo como el ex adicto a la cocaína que no quiere más lola y esquiva al ajedrez y también a los ajedrecistas para que no le recuerden su vicio y no le de ganas de volver.
También tuve experiencias novelescas con las internas en Coronel Suárez, donde somos 5 gatos locos que juegan, todos peleados entre sí, en lugar de contemporizar y hacer algo positivo.
Así que nada: me admito como freak, pero busco mi redención.
Me parece bárbaro que enseñen ajedrez en las escuelas, pero también tiene que ser obligatorio enseñarle a los pibes a meditar, a tener otra visión de la vida, no solo la racional.
Y a veces, a la noche, cuando estoy solo y aburrido en la computadora, juego al ajedrez partidas rápidas por internet con la culpa del vicioso que visita páginas porno.

FICCIONES INCREÍBLES

Sigo escribiendo mi libro, lento pero seguro.
Sigo volando con la imaginación inventando historias increíbles.
La ultima que se me ocurrió es sobre un psicópata que de día sale con estrellas de la televisión y de noche se escapa al puerto a buscar marineros fornidos para que se lo garchen.
No juzgo a mi personaje, lo dejo vivir, y lo verdaderamente interesante, lo que lo hace psicópata, es que cuando el hermano lo quiere poner a trabajar (porque es un psicópata muy haragán) lo acusa de puto y dice que lo envidia porque el es heterosexual.
Si bueno, es una historia un poco freak, un poco enrevesada y perversa, pero atractiva.
Lo único que no tengo claro es el final.
Supongo que fruto de su psicopatía y de sus contradicciones internas que no lo dejan dormir, termina mal. Con un suicidio tal vez.
Lo que no decido es la forma: si por sobredosis de medicación no recetada o por un disparo en la cabeza.
Les seguiré contando a medida que se me vaya ocurriendo.