sábado, febrero 27, 2010

LECTURAS VERANIEGAS

Me pasé todo el verano picoteando libros prestigiosos a mitad de camino entre el aburrimiento y la fascinación. Estuve leyendo a Philip Roth, porque bueno, es necesario leer a Philip Roth según el canon snob. Primero un libro que narra la muerte del padre. Medio denso, no me interesó. Después uno que se llama "La visita al maestro" o algo así, que me enganchó porque el protagonista se va a pasar unos días con una especie de Salinger y ahí cuando parecía que el libro iba a arrancar, me cansó. También leí "Zama" que me dejó mal, muy mal,lo cual supongo que habla muy bien del libro."El libro de la risa y el olvido" de Kundera me dejó feliz.
Ahora estoy pispeando "La novela de Perón" de TEM, quién tan acertadamente circuló entre la literatura y el periodismo. Es curioso, cuanto más literario se pone más insoportable se me vuelve, en cambio cuando le da una voz a personajes históricos me encanta.
Siempre tengo a mano mi libro de cabecera, guía en cualquier circunstancia y cualquier lugar: "Mente zen, mente de principiante" del menos famoso de los Susuki zen.
Y crece en mí la sensación de que hay demasiados libros al pedo y sólo una relativa cantidad que vale la pena leer y atesorar.
Pienso en hacer la Gran Salinger una vez más.Escribir 4 o 5 libritos y luego callar, desaparecer y morir.
Eso hace y dice más por la Humanidad que tanto escritor profesional que entrega una novela por año, plena de ego y placer forzado por el mercado.

lunes, febrero 22, 2010

LOS CRÍTICOS SNOBS VERSUS EL SECRETO DE SUS OJOS


Mientras la película de Campanella sigue arrasando con todo, público y crítica, hay un sector de la crítica nacional, el snob, que de repente ve una mala película ahí. Por snob entiendo a aquellos que siempre quieren cagar más alto de lo que les da el culo, que si algo es masivo, entienden que no puede ser bueno. Y siempre ellos ven un detalle que nadie había advertido.
El primero en cuestionar fue Quintín, que al parecer tiene un problema personal con Campanella y traslada eso a la mala leche de su crítica. El argumento, absurdo, utilizado en contra de la película, era que un actor hablaba con acento español y eso era terrible. En realidad, ni siquiera es así, pero bueno, pongamos que el asesino tiene un acento raro. ¿Y?
Después se le sumó el rey de los snobs, el editor del suplemento de cultura de Perfil, Maximiliano Tomás, a él le molestó mucho el jueguito ese, algo naif, de la palabra temo, que se convierte luego en te amo. Ok, a mi también me pareció algo infantil, pero: ¿la película es mala por eso?
Y finalmente, al Director del Festival de Cine Independiente (evento snob, si los hay en el mundo) Fernando Martín Peña le pareció esquizofrénico el hecho de que se cuestionara el mal uso de la justicia en los malos y no en los buenos. Pero me extraña, araña, ¡eso pasa en el 90% del cine de Hollywood, donde Campanella tan sabiamente abreva! La mayoría de los clásicos no existiría sin este principio, y aunque fuera cierto, otra vez: ¿eso hace mala a la película?
Muchachos, quedensé tranquilos: El secreto de sus ojos gana el Oscar cómodamente y se lo merece, es un prodigio de códigos hollywoodenses aplicados a la historia argentina reciente, donde se mezcla con inteligencia drama, comedia y policial, donde cada palabra y gesto, por más casual que parezca, luego se justifica en el transcurso de la pelicula y redefine lo que estamos viendo.
Una obra maestra, una película donde Campanella tuvo los huevos suficientes como para dejarse de ñoñeces y hasta poner un primer plano de una pija, por si no se entendía lo que quería decir.
Redonda, única, todos los actores se lucen, incluso Pablo Rago, con ese personaje tan oscuro y a la vez tan real.
En todo caso, lo que yo dejaría picando es la pregunta: ¿ lo máximo que puede dar el cine nacional es una adaptación perfecta del cine de Hollywood?
Tal vez no, tal vez Bielinsky había empezado a responder esa pregunta y justo se murió...

martes, febrero 16, 2010

SANGRE PURA


El encuentro con Lali Espósito, teen angel, ratificó todo lo que venía pensando sobre temas varios. Primero, que aparte de hermosa y simpática, a los 18 la tiene clarísima e increíblemente, es una gran persona.
Digo increíblemente porque me he llevado cada chasco farandulesco que da miedo. Gente con muy mala vibra. Y estos pendejos de pocos años, los elegidos de Cris Morena, esa genia no reconocida, son muy buena madera.
Lo había sospechado como el vampiro que se alimenta de buena energía y todas mis sospechas se confirmaron. Los Teen Angeles son sangre completamente limpia y que resucita a un muerto.
Más allá del rollo sexual o del amor platónico, estar con Lali es volver a vivir, que te contagie toda su energía sobrenatural en estado puro. Y para un vampiro como yo, después de absorber tanta mala vibra esto es la vida.
Mientras tanto, la crítica los ningunea a pesar del éxito y de la gloria y ellos, humildes ubicaditos. Super conscientes.
Hay como una semejanza paradójica entre los "Casi Angeles" y yo.
Lo sospeché y luego lo confirmé.
Este es el comienzo de una hermosa amistad...

jueves, febrero 11, 2010

JUGANDO A SER

Hoy pasó una cosa harto extraña.
Grabé una conferencia de prensa y cuando me fuí, me olvidé de apagar el grabador, que fue registrando mi trayecto y las conversaciones que tenía con colegas.
Hace un rato, sorprendido, absorto, me puse a escuchar fascinado la grabación de mi propio voz, que no es la misma que registro, de los diálogos de hoy a la mañana, que no recordaba totalmente bien.
Me asomé al Real, o al Real del grabador. Conversaciones casuales, ruidos de ambiente, como si uno fuera parte de una película que se le escapa todo el tiempo.
Me sentí desconocido, actuando un papel poco natural.
Y entonces vi desde otra perspectiva el tema de siempre, de uno lanzado al mundo a interpretar distintos papeles, sin ser realmente alguien identificable.
Y caí en la cuenta de porque me caen tan simpáticas las actrices.
Resignados en este mundo a la no esencia, al no alma, a un juego constante de ilusiones que se superponen, cambiantes e imperfectas con el paso del tiempo.
Creo que esto responde indirectamente la pregunta que me hizo Chamorro en la última sesión, en el sentido de porque era mejor una chica que salía en la televisión a una que no salía.

viernes, febrero 05, 2010

LA BANDA QUE SE CANSÓ DE SER GENIAL



Café Tacuba, a veces Café Tacvba, por una cuestión de derechos del nombre. La historia es sencilla: el verdadero Café Tacuba es un bar de México bien “fresa” (cool) adónde iban los muchachos conocidos como Rubén Albarrán ( Voz y guitarra), Emmanuel del Real Díaz (teclados, guitarra,y voz), José Alfredo Rangel Arroyo (guitarra) y Enrique Rangel Arroyo (bajo).
Los Cafeta surcaron los 90 como si fueran unos Beatles latinos que deciden reinventar la música. Ya desde una decisión polémica de movida: no tenían baterista, el tecladista manejaba una batería electrónica desde su teclado.
El primer disco, con el mismo nombre de la banda, no hizo gran cosa, sólo la pegó un bolerazo llamado “María”, que anticipaba lo que vendría.
Y lo que vendría se llamó “Re” un terrible y extenso disco plagado de canciones bellas, instantáneas, en donde el rock se encuentra con los ritmos populares latinoamericanos y de ahí nace un nuevo tipo de música mezclado con letras poéticas y a la vez llenas de un ardor irónico que no deja pasar una.
Para destacar el hecho, los elogios no hicieron más que afirmar una idea, alguien llamó a este disco: el álbum blanco del rock latino. Y esa idea quedó flotando en el viento. Como si esto fuera poco contaban desde allí con la luego famosa producción de Gustavo Santaolalla.
Luego tendrían una idea más comercial pero a la vez coherente con sus mixturas: sacarían “Avalancha de éxitos” un homenaje, un disco de covers de clásicos latinos en donde se afirma la alquimia y rinden homenaje a sus ancestros. El hit indudable de este disco fue “Como te extraño” del argentino Leo Dan.
Ya con la prensa especializada y una buena parte del público de su lado, en 1999 editarían su obra más ambiciosa: “Revés/Yo soy” un disco conceptual doble, con un disco de canciones y uno de temas instrumentales. Este álbum es una de las obras más importantes de rock de la historia, en cualquier idioma. Es el cierre perfecto para el siglo XX y para variar, no encontró su lugar en el mundo. Los temas instrumentales eran largos y estrambóticos, geniales , si, pero imposible pasarlos en la radio. Y las canciones están imbuidas de un espíritu desaforado, frenético. No hay hits.
Algo pasó entonces. Hubo un parate de muchos años donde sacaron una recopilación de grandes éxitos y se dedicaron a pensar que iban a hacer de allí en más.
Es lógico, hacer discos geniales para que no los entienda nadie, no es negocio en un mundo tan mezquino como el nuestro. Es una de la bandas musicales más osadas y creativas del boom del rock alternativo de los Años 90 cuya música no se puede colocar fácilmente en una categoría particular debido a la versatilidad de sus ritmos que combina los estilos pop modernos (desde rock a hip-hop y electrónica) con la música folclórica latina y mexicana (incluyendo mariachi, ranchera, Norteña, tejano, banda, y samba).
Tres años después de la explosión atómica que significó Revés/Yo soy, volvieron con un ep homenaje a “Los Tres” notable banda chilena con más de un punto de contacto con los mexicanos.
Y un año después, con algún disco solista en el medio, llegaría el regreso tan esperado: “Cuatro Caminos”. Allí se develaría la incógnita: los Cafeta bajan un cambio, incorporan un baterista estable y con ello un sonido rockero más tradicional. ¿Se venden? Se acomodan a los tiempos que corren, se aburguesan.
De allí en más consiguen un lugar seguro y no hacen malos discos, claro, es imposible que hagan un disco malo, pero se extraña aquella osadía demencial, que nadie podía describir con justas palabras.
Culturalmente hablando, no es la primera vez que un producto del Tercer Mundo se acomoda a los requerimientos del mercado porque nadie lo puede entender.
Para los nostálgicos y coleccionistas quedan todavía “Re” y “Revés, Yo soy”, intocables, inasibles, perfectos.
Por último una anécdota, en enero de 2006 en medio de una situación personal bastante particular, iba yo caminando por la Avenida Santa Fe en Buenos Aires y de repente vi al guitarrista Alfredo Rangel Arroyo paseando del brazo de una chica. Me acerqué, lo felicité y le regalé un libro de cuentos mío “Farándula”, que justo llevaba en mi mochila, pensando en una ocasión como esta.
Nunca más supe nada de esto. Tengo para mí que ese libro está en algún extraño lugar de México, en este mismo momento.

(Nota publicada en "Infosuárez")

miércoles, febrero 03, 2010

SANTO TOMÁS

Tomás Eloy Martinez siempre circuló entre el periodismo y la ficción, entre el cielo y la tierra. Su obra central, tal vez la más acabada y la que lo trasciende es sin duda,“Santa Evita” traducida a más de 30 idiomas, best seller total, pero por sobre todo, un experimento feliz del periodista que quiere construir una biografía verídica y se da cuenta de que todos los caminos lo conducen a la ficción. Seguramente, es el híbrido fantástico tan argentino que se llama crónica: el punto intermedio donde se cruzan la literatura y el periodismo.
"Santa Evita", en ese sentido, queda como un registro brillante de una época, al estilo del “Facundo” de Sarmiento, “Una excursión a los indios ranqueles” de Mansilla y el “Operación Masacre” de Walsh.
El cronista como testigo que le pone el pecho a las balas y a las historias y construye una obra que se emparenta con el Nuevo Periodismo y la Non Fiction.

(Publicado hoy en "Infosuárez")